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1 de Abril
Mamá, ¿cómo llegan los niños al mundo?, ¿cómo nací?, ¿por dónde nací?, ¿cómo estuve dentro de tu barriga tanto tiempo? Si tu hijo todavía no te ha hecho este tipo de preguntas te recomendamos que te prepares porque, saber bien cómo responderlas, será clave para que no pases un momento incómodo y, sobre todo, para no ponerle misterio a este tema que es tan normal y súper natural. Aquí te damos algunos tips, que te ayudarán a estar lista para el día en el que llegue este momento.
Una de las razones principales, es porque no hay nadie mejor que tú para explicarles con amor y paciencia todo lo que deben saber sobre la sexualidad. Además, es mejor que aprendan directamente de ti, que solo quieres lo mejor para tus hijos, a que tenga que adquirir toda la información, sobre este tema que genera tantas preguntas, de lo que ven o escuchan de otras personas. Además, aquí te damos otras razones que son claves y te ayudarán a no evadir este tipo de conversaciones:
Le ayudará a tus hijos a estar preparados para la adolescencia. Conocer sus cambios y entender que todo lo que le está pasando es normal, hará más llevadera esta etapa.
Tener la información adecuada, los hará menos influenciables y les permitirá tomar decisiones por sí mismos sobre su sexualidad y cómo quieren vivirla.
Les permitirá, cuando llegue el momento, disfrutar de su sexualidad con confianza y sin inseguridades.
Aprovecha momentos de la cotidianidad para abordar este tema. El nacimiento de un bebé cercano, la hora del baño o una escena en televisión, serán el escenario perfecto para hablar con tus hijos, contarles sobre esas partes del cuerpo que son privadas o ilustrarlos con respecto al nacimiento y concepción de los bebés.
Ten presente que las preguntas pueden llegar en cualquier momento, ¡así que no sientas vergüenza! Si tus hijos abordan este tema en un espacio público, donde no te sientes cómoda, diles con claridad que, en la casa, cuando puedan concentrarse, hablan sobre el tema. Lo más importante es que no te sientan insegura porque puede que quieran retarte y no descansen hasta que les des una respuesta.
¡Trata de ser lo más clara posible! Usa palabras sencillas, busca vocabulario que se adapte a la edad y asegúrate que tus hijos estén entendiendo bien, haciéndoles preguntas. Así sabrás que estás haciendo bien la tarea y evitarás que terminen malinterpretando conceptos o ideas.
¡Permíteles hacer preguntas! Llénate de paciencia, prepárate para ser interrumpida varias veces y respira profundo. Este es un tema nuevo para ellos y la idea es que quede lo más claro posible.
¡No digas mentiras! Si ya estás abordando el tema, aprovecha para ser lo más sincera posible y explicarles todo lo que deben saber. Sigue tu instinto de mamá para explicarles cada tema, ¡no es necesario que seas experta! Si no tienes alguna respuesta invítalos a que la investiguen juntos.
¡Usa las palabras correctas! Muchas veces caemos en el error de ponerle nombres o apodos a los genitales, pero ¿sabías que esto solo aumenta los tabús? Tus hijos pueden asociar estos nombres con cosas negativas y sentirse incómodos cuando los escuchen nombrar por otras personas.
Lo más importante durante esta etapa es que confíes en ti, que seas honesta y que nunca evites tratar estos temas con tus hijos porque, aunque en un principio parezca difícil e incómodo, con el tiempo te darás cuenta de.que generar este lazo de confianza con ellos, te permitirá sentirte más tranquila durante su adolescencia y darles la seguridad de que pueden buscarte cuando tengan alguna duda o preocupación.
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