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¡Hola chicas! que lujo reencontrarnos otra vez. ¿Cómo están?

Hoy les traje un tema que me encanta. La menstruación.  Vieron que cuando somos chicas y nos viene por primera vez nos sentimos un poco perdidas con el tema, ¿les pasó?

A algunas nos sorprendió así como de la nada. Incluso, hace mucho, se decía “se hizo señorita” (si, se me acaba de caer el DNI jaja!), pero se decía así. Y es verdad, que la menarca, la primera menstruación marca un paso importante en la vida de una mujer. Pasamos de ser niñas a ser fértiles, es decir, tenemos la posibilidad de engendrar un hijo…nada menos. De ahí a ser “señoritas” bueno…no, claramente ya lo éramos de antes. Pero ese cambio, en lo social, es muy significativo.

La edad promedio de la menarca es entre los 9 y 16 años, a mi por ejemplo me vino a los 14 largos, y ya mi abuela estaba bastante preocupada e insistente con el tema porque pensaba que no iba a poder ser madre. Hoy sabemos que no tiene relación la edad en que te viene tu menstruación por primera vez, con la fertilidad.

También se le ha dicho de formas graciosas. Andrés, el que viene una vez al mes. ¿Marea roja?. La tía colorada. Llegó la que te dije…O peor: me indispuse.

Nos cuesta nombrarla. Pareciera que es ajena a nosotras, “me vino”...como algo que nosotras no esperábamos, no nos pertenece, vino ahí esa cosa que no entendemos del todo, todos los meses, durante al menos 40 años de nuestra vida conviviendo con ella. Pero muchas veces soportando con pesar, con malestar, con malhumor…Y aguantando el comentario que estoy segura que ya escuchaste alguna vez “¿estás así de histérica porque te vino?” 

Menstruación, chicas. Se llama Menstruación. Ni me vino, ni indispuesta, ni Andrés. Llamarla por su nombre la resignifica y nos empodera también. Pero, ¿por qué nos cuesta llamarla por su nombre? Veamos algo de su significado.

Menstruus es la palabra en latín que se usa para definirla, es la sangre que sale del útero de todas las hembras una vez al mes. Menses (suena a mes, de ahí viene) está relacionada con la luna, los ciclos lunares.

Nosotras menstruamos una vez al mes. Pero no ha dado vergüenza, nos hemos llevado mal con ella, nos duelen “los ovarios” (es el útero el que puede presentar molestias). Todo parece un incordio. Entonces, ante tanto estrés, aparecen formas de no llamarla. Esto lo único que hace es reproducir el mismo ciclo: molestias, incordio, la llamo de una forma graciosa, y esperar a que pase.

¿Qué podemos hacer para amigarnos? Primero llamarla por su nombre. Se llama Menstruación.

En segundo lugar, conocerla, ¿Observaste la sangre que queda en tu tampón o en tu toalla alguna vez? ¿Te miraste la vulva con un espejo en los días que estás menstruando? ¿Qué te genera ver tu propia sangre menstrual?

Y en tercer lugar, aceptarla. La menstruación es un signo saludable de que tu cuerpo está funcionando correcta y adecuadamente. No es tu enemiga, saber también calcular los días (la App de Nosotras te permite hacerlo fácilmente), te va a ayudar y a simplificar la vida.

Vas a pasar 40 años de tu vida menstruando. Si la vas conociendo, entendiendo y amigandote con ella estoy segura que la experiencia va a ser mucho más positiva y fácil de atravesar. 

Recuerda por supuesto que si hay dolor o molestias que sean inhabilitantes para tu vida cotidiana, debes consultar a tu ginecólogo para evaluarlo.

Así que, en definitiva: Menstruemos en libertad y sin tabúes, que somos mujeres. Nosotras somos todo lo que está bien. ¡Las leo en comentarios!

Maru.

Lic. Mariana Kersz - Psicóloga y Sexóloga

@lic.marianakersz

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