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14 de Marzo
¿Te ha pasado que la noche antes de ir al colegio o universidad por primera vez después de unas vacaciones, no puedes dormir? ¡Esto se debe a la ansiedad! Descubre todo acerca de ella, sus síntomas y tratamientos, para así, confirmar si eres o no una persona ansiosa.
Sentir un poco de ansiedad de vez en cuando es normal, pues esta es una señal de alerta del cuerpo cuando estás en situaciones nuevas, desconocidas, o que pueden representar un peligro para ti.
Cuando sientes ansiedad, el cuerpo y la mente se preparan para enfrentar estos riesgos, liberando algunas sustancias como la adrenalina, que provocan que te sientas más alerta, que tu corazón lata más rápido, te suden las palmas de las manos y respires fuertemente.
Algunas situaciones que pueden causarla son, por ejemplo: si se acerca una fecha importante, un examen que debes pasar, una presentación en público, si vas a conocer personas nuevas. Aunque puedas pensar que estas cosas no son realmente una “amenaza”, el miedo a lo desconocido y el temor a quedar en vergüenza son las que inician esta alerta natural.
Entonces seguramente te preguntarás "cómo saber si soy una personas ansiosa". Aunque sentir unos niveles controlados de ansiedad es común en todas las personas, lo normal es que este sentimiento desaparezca cuando ya se ha terminado la situación que la empezó en primer lugar.
¡El problema comienza cuando este sentimiento no desaparece! Y para algunas personas se vuelve parte de su rutina estar constantemente en sentido de alerta, nerviosa, con pánico y con todos los síntomas que vienen con ella.
Es diferente sentir un poco de ansiedad ante situaciones desconocidas, a experimentarla frecuentemente y muy intensamente. Lo mejor que puedes hacer es identificar a tiempo los síntomas que la acompañan, para que puedas entender mejor por lo que estás pasando y así buscar ayuda antes de que se convierta en un problema mayor.
Algunos de estos síntomas físicos, mentales y social son:
Sientes una sensación de angustia constante, como si algo malo fuera a suceder.
Se altera tu sueño, tardas en quedarte dormida, te despiertas frecuentemente o no puedes ni siquiera cerrar los ojos.
Percibes que tu cuerpo está tenso en la espalda, hombros o cuello.
Terminas extremadamente cansada después de terminar tu día.
Se te dificulta muchas veces concentrarte realmente y es difícil quedarte quieta en un solo lugar.
Tienes un bloqueo mental que no te permite tomar decisiones importantes.
Lloras frecuentemente para liberar tu malestar, y cuando paras, terminas agotada.
Debes recordar que no es solamente que presentes estos síntomas algunas veces, pues es natural ante algunas situaciones. Debes poner atención si llegas a tenerlos casi todos los días, y si estos comienzan a afectar tu vida diaria haciendo que: pases varios días sin dormir o que ya no desees salir de tu casa. Esto, con el tiempo, puede evolucionar y convertirse en un trastorno de ansiedad, donde en minutos tu cuerpo y tu mente pueden entrar en un bloqueo, resultando en constantes ataques de pánico.
Estos pueden aparecer de un momento a otro, sin que a simple vista haya sucedido algo que lo hubiera detonado. Las personas que los sufren pueden sentir mareo, náuseas, sudar un montón o tienen dificultades para respirar ¡aunque nada esté sucediendo realmente!
Si lo que sientes es un poco de ansiedad, sabes qué es lo que la está causando, y no pasa muy seguido, entonces puedes aplicar estos tips para ayudar a controlar este sentimiento.
Habla con alguien cercano a ti, cuéntale lo que estás sintiendo, no hay nada mejor que sentir que tienes el apoyo de las personas que amas, y que no estás sola para superar estos desafíos.
Si sientes que te estás poniendo ansiosa, trata de cambiar tu foco de atención a otra cosa. Intenta ponerte a colorear, a meditar o simplemente escuchar música que te relaje mientras cierras los ojos y te concentras en esto, verás que poco a poco te sentirás con menos preocupaciones.
Evita tomar o consumir alimentos altos en cafeína que puedan detonar este sentimiento al despertar tu cuerpo, como el chocolate, los tés o el café.
Respirar profundo es una técnica de relajación que te ayudará a controlar la ansiedad, algunos ejercicios que puedes realizar son:
Toma aire, sostén la respiración durante 10 segundos, y expulsa suavemente.
Con tu dedo índice tapa tu fosa nasal derecha mientras respiras por la izquierda, luego tapa la izquierda y exhala todo tu aire por la derecha. Intercambia el movimiento y repítelo hasta que te sientas más tranquila.
Si sientes que tu ansiedad está interfiriendo con tu vida social, sentimental, familiar, en el colegio, universidad o trabajo; Si percibes que tu cuerpo consume toda su energía pensando en estas preocupaciones y estás agotada; Te sientes un poco deprimida y ya no deseas salir de tu casa; Estás irritable porque llevas varios días sin dormir.
Entonces lo mejor es que consultes con tu psicóloga, ella te puede ayudar a descubrir las causas de tu trastorno y, si es el caso, referirte a una terapeuta para que por medio de terapia le puedan dar una solución a tu problema, de esta manera ya no avanzará más, y podrás retomar el control de tu vida.
Cada caso es individual, no todas las personas presentan los mismo síntomas, por eso, es tan importante que no trates de evitar el problema ni de ocultarlo, si identificas que no estás bien, cuéntale a tu familia, es muy importante sentir que tienes el apoyo de ellos, pues ¡no estás sola!
Ahora que ya conoces todo sobre este sentimiento, puedes responder tu pregunta ¿cómo saber si soy una persona ansiosa? Recuerda que tener estos síntomas es común siempre y cuando no sean intensos, constantes y no afecten tu vida diaria. ¡No olvides que nosotras estamos para ti! Si necesitas alguien con quien hablar o alguien que resuelva tus dudas, recuerda que nuestra psicóloga está disponible para ti.
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