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8 de Julio
Si alguna vez has sentido que no confías lo suficiente en tus capacidades o no te sientes segura de ti misma, es posible que este artículo te dé algunas pistas de cómo comenzar a hacerlo. La confianza y la seguridad en ti misma es un proceso que se construye poco a poco, aprende con Nosotras algunas técnicas para comerte el mundo sin miedo.
En nuestra vida cotidiana nos vemos inmersas en diversas situaciones que requieren del sentimiento y la creencia de que somos capaces y podemos hacerlo, en otras palabras, necesitamos confianza y seguridad para afrontar el día a día sin temores o angustias. Una presentación en público, un examen, una competencia, una conversación o una cita pueden generar momentos de tensión, frustración, sufrimiento o incertidumbre si no creemos en nuestras capacidades y habilidades. Por ello, es importante que trabajemos en la seguridad en nosotras mismas; pues la falta de confianza personal nos paraliza, impide que luchemos por lo que deseamos y nos encierra en una pequeña zona de confort que tememos traspasar.
Es por esto, que la seguridad en ti misma es una cualidad fundamental que te ayudará a sentirte preparada y capaz de hacer frente a las experiencias de la vida, y aunque no nacemos con ella, sí podemos trabajarla y reforzarla con pequeños actos y pensamientos que nos harán sentir más cómodas y confiadas. La seguridad y confianza en ti misma te permitirá explorar y alcanzar tu máximo potencial.
La mejor forma de ir ganando seguridad es creer en ti misma. Muchas personas necesitan elogios o reconocimientos para saber o creer que están haciendo algo bien; sin embargo, cuando crees en ti misma, estos elogios empiezan a funcionar como refuerzo y gratificación de lo que tú ya sabes; y no es cuestión de ser arrogante o pretencioso, simplemente es saber internamente y con serenidad que eres una persona capaz y que puedes hacer y lograr lo que te propongas.
Pero quizás te preguntes qué debes hacer para sentirte realmente segura de ti misma y la respuesta es conocerte, escucharte, retarte y creer de verdad que eres capaz. Cuando te retas, aprendes algo nuevo o prácticas algo que ya sabes, y ves cómo poco a poco, vas mejorando, la confianza en ti misma va aumentando, pues además de descubrir y desarrollar tus capacidades, te sientes orgullosa del trabajo realizado y de los logros alcanzados. Por esto, los desafíos, el aprendizaje y la práctica constante son medios que te ayudarán a reforzar la seguridad en ti misma, pues te permitirán ver y ser consciente de los avances que vas haciendo.
Como decíamos, la confianza y la seguridad en uno mismo son una creencia personal que se va convirtiendo progresivamente en una actitud. En este sentido, es fundamental que analices tus pensamientos y cuando te encuentres esa voz interna que dice “no puedo hacerlo” o “no soy capaz”, le des una vuelta y te convenzas que sí puedes, solo necesitas intentarlo. Así, a medida que vas siendo consciente de estos pensamientos negativos que te coartan o te frenan, vas reconduciendo el mensaje y construyendo una actitud de confianza mental que te dará la fuerza necesaria para llevar a cabo tus propósitos y perder el miedo que te estanca.
De igual forma, es preciso mencionar que muchas veces esperamos a sentirnos confiadas para llevar a cabo algo que nos atemoriza; sin embargo, si nos quedamos esperando, es probable que nunca actuemos. Es decir, aunque sientas que te falta confianza o que no estás totalmente preparada, arriésgate, la confianza vendrá después. Un ejemplo de esto es cuando aprendemos a montar bicicleta o a nadar, al principio sentimos miedo y evitamos a toda costa ese momento de hacerlo solas; pero un día decidimos arriesgarnos y poco a poco, después de hacerlo varias veces, ganamos la confianza necesaria para hacerlo sin temor y sin ayuda. Así que no te quedes esperando a sentirte segura, actúa y verás como la confianza irá apareciendo con la práctica: la seguridad aumenta cuando actúas, y actuar es lo que te permite hacerte sentir progresivamente más confiada.
En este sentido, proponte retos, metas o desafíos que te ayuden a salir de tu zona de confort. Así, por ejemplo, si eres tímida, desafíate a alzar la mano más a menudo en clase, a hablarle a alguna persona que te atraiga o te genere curiosidad, o a participar en un proyecto comunitario. Quizás sea difícil al principio, pero entre más lo hagas, irás perdiendo el miedo y cogiendo más confianza y soltura.
Además de esto, si bien nos han enseñado que en la vida debemos tener metas y objetivos, no debemos olvidar que el proceso es una de las etapas más significativas. Durante el proceso, salen a relucir las fortalezas, los obstáculos y los posibles miedos que nos acompañan. Por esto, más que angustiarte por alcanzar la meta, céntrate en disfrutar y sacarle provecho al proceso y al aprendizaje, esto te ayudará a sentirte más segura de que conseguirás tu propósito.
Por otro lado, si hasta aquí hemos hablado de algunas técnicas que en cierta forma te motivan a traspasar y superar tus miedos, también es importante que identifiques y valores tus cualidades y fortalezas para ganar más seguridad en ti misma. En otras palabras, reconoce tu talento y deja que brille. Muchas veces nos centramos en nuestras carencias o debilidades y nos olvidamos de valorar las aptitudes y cualidades que nos hacen únicas y especiales. Por esto, sé la primera en explorar y potenciar tus talentos y habilidades, nadie te conoce tanto cómo tú misma y, por ende, además de ser consciente de todo lo que debes mejorar; valora, admira y aprecia todo lo que ya eres, tienes y has conseguido. Para esto, puedes hacer una lista de tus cualidades y de los logros que te han hecho sentir satisfecha a lo largo de tu vida. Tener presente y sentirnos orgullosas de nuestras fortalezas, nos incentiva a mejorarlas y desarrollarlas, y entre más identificada te sientas con ellas, más segura te sentirás de ti misma.
Finalmente, no olvides que además del trabajo interno y consciente que debes hacer para ir adquiriendo más confianza y seguridad, también te puedes ayudar con tu imagen. Procura verte como mejor te sientas, haz ejercicio para liberar toxinas, mantén una correcta postura corporal, adopta una alimentación equilibrada, escucha tu música preferida y date gusto. Cuando te sientes bien contigo misma, la vida y sus retos se hacen más fáciles.
En resumen, te dejamos algunas técnicas que puedes adoptar en tu día a día para mejorar la seguridad en ti misma:
Construye una actitud de confianza mental: para sentirte realmente segura de ti misma, necesitas creer de verdad que eres capaz. La mejor forma de desarrollar esta creencia es cultivando tus talentos y habilidades mediante el aprendizaje y la práctica.
Sé bondadosa contigo cuando te compares con los demás: compararse con otras personas es una forma de entendernos a nosotras mismas y de motivarnos a desarrollar aquellas cualidades que admiramos, no para sentirnos mal por no ser como los demás, cuando esto ocurra, analiza tu autoestima y trabaja en ella.
Desafíate a hacer algo que esté fuera de tu zona de confort: ponerse pequeños retos cotidianos te ayudará a vencer miedos, descubrir posibles fortalezas y demostrarte a tí misma que puedes hacer lo que te propongas, arriésgate.
Muéstrate tal como eres: Todas las personas somos únicas y diferentes, por eso, acepta, reconoce y deja que los demás te conozcan como eres, con tus cualidades, debilidades y peculiaridades. Ocultarte solo te hará sentir más insegura.
Cuida tu salud y tu apariencia: la forma en la que te ves a ti misma, influirá en cómo te ven los demás, por eso cuida tu alimentación y tu cuerpo, y procura verte cómo mejor te sientas, la apariencia es también un reflejo de tu estado interior.
Apóyate en otros: busca personas de confianza que te aconsejen cuando tengas dudas. Compartir con los demás y buscar su opinión o aprobación son actos humanos que nos enseñan y nos fortalecen.
Aumenta tu actividad social: cuando estamos en contacto con otras personas, ponemos en práctica distintas habilidades que nos ayudan a conocernos mejor y a sentirnos más seguras de nuestras capacidades.
Practica la generosidad: ayudar a los demás te hará sentir bien contigo misma pues te sentirás útil, lo cual mejorará tu autoconfianza.
Reconoce tu talento y déjalo brillar: si bien es importante trabajar en nuestros puntos débiles, no olvides identificar y valorar las habilidades y destrezas que te hacen especial.
Persevera: recuerda que todas tenemos inseguridades, incluso las personas que menos lo aparentan tienen momentos en los que dudan de sus capacidades. Por eso, deja a un lado el miedo y no le temas al ridículo o al fracaso, cada día es una nueva oportunidad para aprender y mejorar, confía en ti.
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