Ser flaca no es un pecado

Ser flaca no es un pecado

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¡Hola! Les quería contar mi historia de superación de bullying y empieza así: Todos los días, durante mis años escolares recibía burlas y chistes ofensivos sobre mi cuerpo, sobre ser flaca. Todos los días era una humillación insoportable, sentía que no podía más, quería renunciar.

Pero me di cuenta que lo que importaba no es hacer felices a los demás, sino a mí misma, por eso decidí cambiar mi mentalidad, decidí aceptarme, y decidí quererme tal y como soy. Una hermosa mujer que a pesar de llevar insultos, burlas y malos tratos, ha sabido sobrellevar todo lo malo, y luchar contra ello. Siempre con la mentalidad de que ser flaca no es un pecado.

Entendí que ningún comentario mal intencionado debió importarme, sino que lo que debió importar era quererme a mí misma y aceptar que soy perfecta tal y como soy.  Cualquier mal comentario que te digan son solo palabras de personas, que no saben decir otra cosa más que malas palabras a los demás; quizás solo para ocultar sus propias inseguridades. Como dicen por ahí: palabras mal intencionadas, oídos que escuchan, y saben que lo que se escucha, es sólo una mentira.

Ser flaca es una virtud que Dios me ha dado, porque este es mi cuerpo, y el de nadie más, y por esta razón nadie más puede opinar sobre mi cuerpo, solo yo. Al igual que mi cuerpo, el de todos es perfecto, ya sean flacos, gordos, altos, bajos, negros, blancos, con altos estereotipos impuestos por la sociedad o sin ellos, porque cada uno de nosotros es un ser único y perfecto.

Para tener una fuerte mentalidad y buena aceptación de tu cuerpo, siempre debes entender que existen estereotipos impuestos que nos dicen cómo deberíamos ser, pero lo más importante es entender que la mayoría no logramos esos estereotipos y que lo más importante es la aceptación de la diversidad, la aceptación de que cualquier forma en en que te veas, está perfecto y eso nos hace libres.

Somos hechos como Dios ha querido, fuertes, y sobre todo hermosos, porque no importa lo que los demás digan sobre ti o sobre tu cuerpo, lo único que debe importarte es como te sientes tú con tu maravilloso cuerpo.

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