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26 de Noviembre
Hemos escuchado acerca de múltiples anillos en nuestra vida: el anillo de noviazgo, reconciliación, amistad, compromiso y hasta matrimonio. Sin embargo, estamos seguras de que poco o nada has escuchado acerca del anillo anticonceptivo. Este método es una de las tantas opciones para entrar en la aventura de “Planificar para no quedar embarazada” y ahora hablaremos acerca de él. Cómo funciona, cuál es su porcentaje de efectividad, cómo ponerlo o usarlo, cuáles son sus efectos secundarios y sobre todo, sus beneficios. ¿Nos acompañas?
El anillo anticonceptivo es un aro elaborado en un plástico blando, liso y flexible que mide alrededor de 5 centímetros, ¡tan pequeño y cómodo que ni lo sientes! Este es uno más de los numerosos métodos anticonceptivos que existen con el uso de hormonas que trabajan para evitar que haya un embarazo no deseado. Este se introduce en nuestro canal vaginal y aunque tiene un alto nivel de efectividad, al igual que los demás métodos que ofrece el mercado cuenta con ventajas y desventajas que debes conocer. ¡Sigue leyendo y entérate de más!
Las hormonas cumplen un rol importantísimo en el funcionamiento del anillo anticonceptivo, ya que, como nos lo han comentado varias de nuestras ginecólogas de confianza, este dispositivo se encarga de liberar dos hormonas, que aquí conocemos muy bien, se trata de la progestina y los estrógenos, las cuales actúan de tres formas para que Nosotras podamos estar tranquilas ante un posible embarazo, ¡te lo explicamos mejor!
Ambas hormonas van a inhibir la ovulación, es decir, evitarán que nuestros ovarios liberen sus óvulos maduros y con ello, que sean fecundados.
Harán que nuestro moco cervical o flujo se vuelva tan espeso que ni siquiera los espermatozoides encontrarán una manera de entrar a nuestro útero.
Finalmente, hacen que el endometrio (la capa más interna de nuestro útero y en la cual se implanta el embrión) sea tan delgada y débil que no cumpla con las condiciones mínimas para producirse un embarazo.