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El ciclo menstrual es un proceso lleno de cambios emocionales y físicos, como el moco cervical que generalmente es más esposo o cremoso y tiene color blanco antes de la menstruación, esto nos comunica algo sobre nuestro cuerpo, como los niveles de progesterona. Así que, ¡quédate con nosotras y descubramos juntas lo que el moco cervical revela sobre nuestro ciclo menstrual!

Flujo blanco antes del período

A muchas de nosotras nos ha sucedido que, en ciertos días del ciclo menstrual, al ir al baño, encontramos un flujo blanco en nuestra ropa interior. La verdad es que este flujo es una parte natural de nuestro cuerpo y no debería preocuparnos. De hecho, suele ser una señal de que nuestra zona íntima está limpia y libre de bacterias o infecciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este flujo no debe ser grumoso ni tener un olor demasiado fuerte; si notas alguno de estos signos, es mejor consultar a un especialista.

Además, algunos expertos nos han explicado que es normal experimentar este tipo de flujo blanco en los días previos a la menstruación.

¿Qué causa el flujo blanco?

Durante el ciclo menstrual, es normal que el flujo vaginal cambie de aspecto. Hay días en que puede ser más líquido, otros en los que se siente un poco pegajoso e incluso hay momentos donde parece que desaparece por completo. Estos cambios no solo afectan la textura, también el color: a veces lo verás blanco, otras más transparente y, en ciertos días, puede notarse un poco amarillo si se combina por ejemplo con la orina.

Uno de los momentos en que más notamos el flujo blanco es justo antes de que llegue la menstruación. Esto es por los niveles de progesterona, una hormona que aumenta después de la ovulación y que también está súper presente en el embarazo.

Eso sí: aunque el flujo blanco es común, no siempre significa que todo esté bien. Solo tú conoces tu cuerpo y puedes notar si algo no está como siempre. Si ese flujo tiene un olor fuerte o distinto, si viene acompañado de picazón o una textura extraña, puede estar indicando algo más. Algunas causas posibles incluyen infecciones o desequilibrios en la flora vaginal, así que no lo dejes pasar y consulta con tu ginecóloga de confianza, ya que estas pueden ser unas de las causas:  

  • Vaginosis bacteriana: ¿Flujo blanquecino que huele un poco a pescado? ¡Podría ser señal de vaginosis bacteriana! Una infección que aparece cuando nuestra flora vaginal (donde aguardan todas las bacterias buenas que nos protegen), sufre un desequilibrio. También se da cuando tenemos más de una pareja sexual y no nos cuidamos lo suficiente.  

  • Candidiasis: ¿Un flujo más espeso o grumoso que parece ser nuevo para ti y que, además, te está generando picazón? Te recomendamos visitar a tu ginecóloga de confianza porque, en algunos casos, estamos hablando de una infección micótica como la candidiasis.  

  • Efectos secundarios por anticonceptivos hormonales: No es algo nuevo para nosotras, sabemos que algunos métodos anticonceptivos alteran nuestros ciclos con mayores concentraciones hormonales. Esto, a su vez, también tendrá efectos en la apariencia de nuestro flujo o moco cervical. 

  • Infecciones de Transmisión Sexual (ITS): ¿Tuviste una relación sexual sin protección y ahora tu flujo está más amarillo de lo normal, o incluso un poco verdoso? ¡Hazte los análisis sugeridos por una especialista! Esto podría significar que tienes alguna infección como clamidia o tricomoniasis.  

Flujo blanco y embarazo: ¿Están relacionados? 

Muchas chicas se preguntan si el flujo blanco antes del periodo puede ser señal de embarazo, y la respuesta es: no siempre. El flujo blanco, también conocido como moco cervical, es normal en diferentes momentos del ciclo y, por sí solo, no confirma un embarazo.  

Pero, si has tenido relaciones sin protección, estás notando más flujo de lo habitual y tu menstruación está tardando en llegar más de la cuenta, lo más sensato es hacerte una prueba de embarazo para salir de dudas.  

En caso de que sí haya una implantación del embrión, algunas mujeres notan un aumento en el flujo, que se vuelve más espeso o cremoso. Pero, recuerda que cada cuerpo es diferente, así que no te guíes solo por eso.  

Flujo vaginal durante el ciclo menstrual 

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Exactamente, el flujo vaginal y el moco cervical experimentan cambios a lo largo del ciclo menstrual, lo que nos brinda pistas sobre en qué etapa nos encontramos. Esta información nos ayuda a determinar si estamos en nuestros días fértiles, cuando es más probable que ocurra la ovulación y, por lo tanto, tengamos mayor probabilidad de concebir, o si estamos en una fase menos fértil y más segura. ¡Es genial poder entender estos signos de nuestro cuerpo para tener un mayor control sobre nuestra salud reproductiva!  

Ten en cuenta que todas las experiencias son diferentes, pero, si llegas a conocer de la A a la Z tu ciclo menstrual, ¡podrás notar que el flujo siempre cambia!  

  • En los días de menstruación, debido a la presencia de sangre y coágulos, es normal no experimentar ningún tipo de flujo cervical.

  • Los días posteriores a la menstruación, es normal notar un poco de flujo café, el cual, según la revista Medical News Today, corresponde a los residuos que quedan después de la menstruación. Los días que siguen, se conocen como “días secos” y es probable que el flujo sea inexistente. Para quienes tenemos un ciclo regular, que dura entre 28 y 35 días, esto significa que estamos en nuestro periodo más seguro para tener relaciones sexuales ya que no habrá suficientes probabilidades para un embarazo. 

  • En los días previos a la ovulación, los estrógenos comienzan su camino a la cima haciendo que el óvulo madure y, posteriormente, sea liberado. Aquí podrás notar un flujo cada vez más abundante, de una tonalidad blanca o un poco más turbia con una apariencia pegajosa. Esto significa que estás entrando a tu etapa fértil. Los días posteriores, la textura podrá cambiar un poco y ser más húmeda o cremosa.

  • Durante la ovulación, ¡ten más cuidado! En estos días estarás en tu periodo más fértil y, si tienes una relación sexual, las probabilidades de un embarazo son muy altas. Usa condón si aún no quieres ser mamá aún. Aquí, en los días 14 o 15 de tu ciclo menstrual, aproximadamente, el óvulo está libre y preparado para encontrarse con el espermatozoide. Tu flujo podrá parecer la clara de un huevo y presentará una textura muy elástica. No será difícil notarlo.  

  • En los días siguientes a la ovulación, la cantidad de flujo se irá reduciendo gradualmente. Es probable que vuelva a ser pegajoso o cremoso, y que, de repente, deje de aparecer. Aunque son días seguros, es decir, días infértiles, ¡no te aseguramos nada! Lo mejor es que uses algún método anticonceptivo si no quieres quedar embarazada, aún más, cuando tienes un ciclo irregular

¿Debo tratar el flujo vaginal? 

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En realidad, el flujo vaginal no necesita tratamiento porque es natural. Esta secreción cumple una función súper importante: mantener limpia y protegida tu zona íntima, eliminando bacterias y células que ya no se necesitan.  

Pero si de repente notas que tu flujo huele raro, tiene un color diferente, te causa picazón o ardor, ahí sí es momento de actuar. Estos pueden ser signos de una infección o un desequilibrio, y lo mejor es visitar a tu ginecóloga para que te dé el diagnóstico correcto.  

En algunos casos, puede que te receten un medicamento o te recomienden hacer pequeños cambios en tu rutina de higiene íntima. Lo importante es no automedicarte y cuidar siempre tu salud íntima con productos que no alteren el pH vaginal.   

¿Qué es el método del moco cervical para la observación de la fertilidad? 

Por muchos años, las mujeres tuvimos que usar métodos naturales de planificación para poder evitar un embarazo. El método del moco cervical, para ese entonces, fue una técnica muy utilizada y, para quienes aprendieron a usarla, se convirtió en un método confiable. Incluso, aún con los avances de la ciencia en el mundo de los anticonceptivos hormonales, muchas mujeres siguen prefiriendo este método que les brinda una mayor conexión con su propio cuerpo.

El método basado en la observación del moco cervical, consiste en aprender a distinguir su color, textura y elasticidad para comprobar si estamos o no en nuestros días fértiles. Es un proceso que toma tiempo y que, puede ser más efectivo de la mano de tu ginecóloga o una experta en el tema, los ciclos y flujos pueden variar de una mujer a otra.

Cambios del moco cervical durante la ovulación

¡Nuestro cuerpo es súper sabio! Durante la ovulación y en los días donde somos más fértiles, el moco cervical cambia completamente: se vuelve más claro, elástico y resbaladizo, como clara de huevo crudo.

Todo esto porque este tipo de flujo ayuda a que los espermatozoides naden más fácilmente hasta el óvulo, aumentando las probabilidades de embarazo. Es como si tu cuerpo les abriera el camino. En cambio, fuera de esos días fértiles, el flujo suele ser más espeso y pegajoso.

Conocer estos puede ser útil si estás buscando o evitando un embarazo. ¡Así que obsérvate con atención y conviértete en experta de tu propio ciclo!

¿Es normal si no noto cambios en el moco cervical a lo largo del ciclo?

Puede pasar que durante algunas etapas del ciclo no veas mucho flujo o sientas que está ausente por completo. Eso puede ser normal. Lo importante es que, a lo largo del ciclo, sí haya cierta variación en la textura, color o cantidad del moco cervical.

Si sientes que todo se ha mantenido igual por varios días o semanas, podría ser una señal de que algo no está funcionando como debería. En algunos casos, esto se relaciona con niveles bajos de estrógeno, lo cual puede afectar la fertilidad. También podría deberse al uso de ciertos medicamentos o incluso a infecciones de transmisión sexual (ITS).

¿Qué significa el moco en forma de hoja de helecho?

¡Exacto! Puede sonar extraño, pero utilizar un portaobjetos o un examen microscópico es otra forma de inspeccionar el moco cervical para conocer las distintas fases del ciclo menstrual. La apariencia de hoja de helecho, que se observa en el microscopio, suele ser característica de los días más fértiles de nuestro ciclo, lo que indica un aumento en la producción de estrógenos justo antes de la ovulación.

Señales de flujo vaginal anormal

Tu flujo vaginal dice mucho sobre lo que está pasando en tu cuerpo, así que si notas que no cambia a lo largo del ciclo o que su aspecto se sale de lo común, por ejemplo, un color amarillento, verdoso o gris, un olor fuerte y desagradable, o una textura grumosa como queso, es una señal de alerta.

También debes estar pendiente si aparece sangre fuera de tu menstruación o si sientes picazón, ardor o molestias en tu Zona V. Todos estos signos pueden estar relacionados con infecciones o desequilibrios que, además de incomodar, podrían afectar tu fertilidad.

Estar atentas a nuestras secreciones vaginales es clave. Se trata de conocernos mejor y aprender a identificar cuándo algo cambia. Tu cuerpo siempre te avisa; lo importante es escucharlo y darle el cuidado que merece. 

Fuentes 

https://www.reproduccionasistida.org/faqs/es-normal-si-no-noto-cambios-en-el-moco-cervical-a-lo-largo-del-ciclo/ 

https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/flujo-blanco-antes-de-la-regla#durante-el-ciclo-menstrual 

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