Cáncer de cuello uterino
La sola palabra “cáncer” puede ponernos los pelos de punta, y cuando hablamos de cáncer de cuello uterino, ese miedo quizá se multiplique. Sin embargo, quedarnos calladas o evitar el tema no lo hace desaparecer. Al contrario, como mujeres necesitamos hablarlo más, entenderlo mejor y compartir la información entre nosotras, sin tabúes y con la certeza de que siempre habrá formas de prevenirlo, detectarlo a tiempo y, sobre todo, de apoyarnos unas a otras para atravesar cualquier situación con fuerza y esperanza.
¿Qué te parece si profundizamos más sobre este tema aquí? ¡Sigue leyendo atenta!
Primero ubiquémonos: ¿dónde está el cuello uterino?
El cuello uterino es la parte más baja del útero, esa “puerta de entrada” que conecta el útero con la vagina. Aunque mide apenas unos centímetros, cumple una función clave: permitir el paso del flujo menstrual hacia afuera y, en caso de embarazo, mantenerse cerrado hasta el momento del parto.
En pocas palabras, es una pieza chiquita pero muy importante de nuestro sistema reproductivo. Y justo ahí es donde puede desarrollarse el cáncer de cuello uterino.
¿Cómo saber si tengo cáncer del cuello uterino?: Signos y síntomas
Uno de los retos del cáncer de cuello uterino es que en sus etapas iniciales puede no presentar síntomas claros. Sin embargo, cuando sí aparecen, los más frecuentes son:
Sangrado vaginal entre periodos o después de tener relaciones sexuales.
Flujo vaginal abundante, con olor fuerte o de color inusual.
Dolor pélvico que no está relacionado con el periodo.
Recuerda que estos síntomas no significan automáticamente que tengas cáncer, ya que pueden estar relacionados con otros problemas ginecológicos. Pero lo más recomendable siempre es consultar a un especialista para estar seguras.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de cuello uterino?
El diagnóstico del cáncer de cuello uterino empieza con exámenes médicos que nos ayudan a cuidar nuestra salud íntima. La citología o prueba de Papanicolaou, por ejemplo, es esa cita de rutina que detecta si hay células anormales en el cuello uterino.
También está la prueba del virus del papiloma humano (VPH), que nos dice si tenemos el virus más relacionado con este tipo de cáncer. Y, en caso de que los resultados despierten alguna sospecha, los especialistas pueden recurrir a una colposcopia o una biopsia para mirar más a fondo lo que pasa en esa zona. La mejor parte es que, cuando el cáncer de cuello uterino se detecta a tiempo, las probabilidades de tratarlo con éxito son altísimas.
¿Hay diferentes tipos de cáncer del cuello uterino?
Sí, no todos los cánceres cervicales son iguales. ¡Te lo explicamos mejor!
Está el carcinoma de células escamosas: el más común, y se origina en las células del revestimiento del cuello uterino.
Pero también existe el adenocarcinoma: menos frecuente, pero puede ser más difícil de detectar.
Además de estos, existen problemas cervicales que no son cáncer pero que sí requieren control médico, como las displasias cervicales que son unas células anormales que pueden convertirse en cáncer con el tiempo; o las infecciones persistentes por VPH. Así que nunca descartes estas pruebas de rutina… y mucho menos la cita anual con tu gine.
Causas más comunes del cáncer cervical
El cáncer de cuello uterino está estrechamente relacionado con la infección persistente por algunos tipos de virus del papiloma humano (VPH). Aunque muchas mujeres pueden contraer el virus y su cuerpo lo elimina de forma natural, en ciertos casos este persiste y puede generar cambios en las células del cuello uterino, aumentando el riesgo de cáncer.
¿Qué factores de riesgo hacen que pueda tener cáncer cervical?
Algunos factores que pueden incrementar la posibilidad de desarrollar este tipo de cáncer son:
Infección persistente por VPH
Comenzar la vida sexual a una edad temprana
Tener múltiples parejas sexuales sin protección
Fumar
Tener el sistema inmunológico debilitado.
Un punto súper importante que no puedes pasar por alto: ¡hacerte la citología regularmente! Este examen sencillo puede salvar vidas porque permite detectar alteraciones en el cuello uterino mucho antes de que se conviertan en cáncer.
¡Consulta a un especialista si tienes síntomas del cuello uterino!
A veces tendemos a normalizar síntomas como sangrados fuera del periodo o dolores pélvicos, pero nuestro cuerpo siempre nos habla. Si notas algo fuera de lo común, la mejor decisión es ir a tu ginecólogo. Ellos tienen las herramientas para identificar la causa y darte tranquilidad.
¿Puedo prevenir el cáncer cervical?
¡La respuesta es sí! Aunque no siempre podemos evitarlo por completo, existen medidas que reducen mucho el riesgo, ¿cuáles?
Vacunarnos contra el VPH: idealmente en la adolescencia, pero también en mujeres adultas.
Usar preservativo cuando vayamos a tener relaciones sexuales: esto nos ayudará a prevenir cualquier contagio del virus.
Evitar el cigarrillo: No sólo reduce el riesgo de cáncer, sino también de muchas otras enfermedades que pueden debilitarnos con el paso del tiempo.
Asistir a controles ginecológicos regulares: ya sea citologías o pruebas de VPH.
Terapias y tratamientos comunes durante el cáncer del cuello uterino
Cuando se habla de cáncer de cuello uterino, el tratamiento no es igual para todas: depende del momento en que se descubra. A veces basta con una cirugía para retirar el tejido afectado; en otras, entran en juego la radioterapia o la quimio para frenar las células malignas. Y hoy, gracias a los avances médicos, existen terapias más modernas como la inmunoterapia, que ayudan a nuestro propio cuerpo a dar la batalla. La clave siempre será detectarlo a tiempo.
Prevenir y detectar a tiempo puede cambiarlo todo, así que, en lugar de llenarnos de miedo, que sea una razón más para cuidarnos, hablar sin tabúes y acompañarnos entre mujeres. Al final, amarnos también significa poner la salud en nuestra lista de prioridades.
Fuentes
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