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24 de Octubre
Una etapa llena de retos, cambios y, sin duda, muchas emociones encontradas. El embarazo aunque es una temporada llena de ilusión para las mamás, también puede venir acompañada de diferentes sensaciones que no siempre juegan a favor. La ansiedad por la llegada del bebé, los nervios por los cambios que se darán de ahora en adelante y la enorme responsabilidad que implica que un pequeño llegue a nuestra vida, sin duda, ejercen una gran presión.
Sabemos que esta, idealmente, es una etapa vívida, lúcida y muy feliz, pero no podemos negar que para muchas de nosotras la depresión en el embarazo es una realidad; pero te queremos recordar que: ¡¡no estás sola!!
La depresión en el embarazo o depresión perinatal, es una dificultad emocional que pueden llegar a enfrentar las mujeres durante el embarazo, y ¡¡ojo!! No es solo sentirte triste o agotada de vez en cuando, porque sin duda estas son sensaciones comunes por las que todas nosotras hemos atravesado alguna vez, se trata más bien de un sentimiento persistente de tristeza profunda, pérdida de interés en actividades que solías disfrutar, e incluso dificultad para conectarte emocionalmente con tu bebé.
Si tienes sospechas de que la depresión perinatal está llegando a tu vida, ¡no te culpes! Es un tema que llega a la vida de muchas mujeres durante el embarazo y la maternidad, pero, con el acompañamiento y la disposición adecuadas, se puede superar. Reconocer los signos y buscar ayuda es esencial, por eso Nosotras te los contamos para que estés alerta.
Para cada una de nosotras, los síntomas de la depresión durante el embarazo pueden verse diferentes, por eso no debes medirte con una vara ajena ni procurar que tu proceso se vea igual al de las demás. Te compartimos algunos de los síntomas más comunes que te dan una señal de alerta:
Te sientes triste o tienes una sensación de vacío constante.
Tienes poco apetito.
Experimentas cambios en tus rutinas del sueño.
Estás irritable y ansiosa.
Se te dificulta concentrarte y tomar decisiones.
Tienes pensamientos negativos constantemente.
Experimentas una sensación de culpa excesiva.
Has perdido el interés en algunas de las actividades que solías disfrutar.
Si te sientes identificada con estos síntomas, ¡¡no los ignores!! Tu salud mental es clave para el bienestar tuyo y el de tu bebé.
Sabemos que es una etapa en la que las hormonas son protagonistas, pero sin duda, la depresión en el embarazo es una combinación de muchos factores: la presión social, las dificultades emocionales y, por supuesto, los cambios físicos que pueden llegar a ser complejos de asimilar.
Hay que tener en cuenta los diferentes cambios en la vida que implica el embarazo, los miedos sobre el futuro y, un tema no muy mencionado, pero demasiado importante, son las preocupaciones económicas.
Recuerda que cada una de nosotras es un mundo, por eso las causas pueden ser tantas, como diferentes somos entre todas.
¡Claro que pueden influir! Cuando se trata de un tema tan profundo y sensible, todo lo que hagas, suma, por eso es común que la falta de ciertos nutrientes, como el ácido fólico, vitamina D o hierro, estén relacionadas con la depresión perinatal. ¡Mantén una alimentación equilibrada! Esto te ayudará a reducir el riesgo de padecer depresión en el embarazo. No olvides realizar chequeos médicos regulares para asegurarte de que estás obteniendo todos los nutrientes esenciales.
Se estima que un 7% de las mujeres pueden experimentar depresión durante la gestación, así que, ¡no estás sola en esto! La depresión durante el embarazo es más común de lo que solemos imaginar.
Nosotras abrimos este espacio para contártelo porque sabemos que es un tema del que necesitamos hablar más, para romper el estigma y brindarte el apoyo que necesitas.
Siempre existen algunas predisposiciones que hacen que ciertas mujeres sean más propensas a padecerla; pueden ser genéticos, sociales y, por supuesto, situacionales, por eso aquí te contamos sobre algunos de los factores de riesgo más comunes:
Haber padecido depresión o ansiedad anteriormente.
Mucho estrés y falta de apoyo emocional por parte de la pareja y familiares.
Si el embarazo no fue planificado, hay mayor riesgo de sufrir desequilibrios emocionales.
Las complicaciones médicas durante el embarazo tienen un gran peso cuando de padecer depresión perinatal se trata.
Cambios inesperados durante esta etapa.
Por supuesto que los tratamientos convencionales no son los más recomendados durante esta etapa, porque tenemos un bebé al que cuidar; afortunadamente, existen diversas formas de tratar la depresión en el embarazo, y cada mujer puede encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades. ¡Te contamos un poco más!
Algunas mujeres prefieren explorar métodos naturales como:
Ejercicio moderado: mantenerte activa con ejercicios suaves como yoga prenatal o caminatas al aire libren pueden mejorar tu ánimo.
Meditación o mindfulness: estas prácticas pueden ayudarte a reducir la ansiedad y a reconectarte contigo misma.
Dieta balanceada: una alimentación rica en nutrientes no solo beneficia a tu bebé, sino también a tu salud mental.
Todo lo que te ayude a avanzar un poco en este proceso, ¡puede ser muy valioso! No temas a intentarlo, poco o mucho, hará la diferencia.
¡Hablar las cosas, las aliviana! No temas a buscar ayuda: conversa, cuestiona y saca de tu interior todo eso que has estado cargando. Necesitas alivianar el peso emocional, y no hay mejor manera de hacerlo que de la mano de un profesional de la salud mental; esta es una de las mejores decisiones que puedes tomar si sientes que la tristeza te sobrepasa.
Quizá sientes que puedes hacerlo todo sola, y claro que eres valiente y autónoma, pero también eres un ser social, y por supuesto, emocional, así que, necesitas fortalecer estos lazos y buscar apoyo. Hablar de tus sentimientos con tu pareja, familia o amigas cercanas es fundamental. El apoyo de quienes te rodean puede marcar una gran diferencia en cómo enfrentas este momento.
¡Tu salud mental es una prioridad! No solo durante el embarazo, sino también en el posparto y la maternidad; empieza a prestarle atención ahora y no permitas que esas emociones crecientes, te sobrepasen. Ten claro que siempre habrá quien te apoye y te escuche, ¡no temas a hablar!
Nosotras te acompañamos en este proceso y te alentamos a buscar por todos los medios posibles, la ayuda que necesitas; recuerda que no estás sola.
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