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5 de Junio
Hay una palabra que aparece muchas veces cuando hablamos con nuestras amigas de nuestro ciclo, el embarazo o incluso sobre algunos cambios emocionales que sentimos cada mes: progesterona. Parece un tema complicado, pero, para que no vuelvas a quedar con cara de “¿y eso qué es?” ¡no te preocupes! Aquí estamos para contarte cuál es esta hormona y por qué juega un papel tan importante en nuestro cuerpo. Ponte cómoda y sigue leyendo.
La progesterona es una hormona que producimos principalmente las mujeres y, si no fuera por ellas, seguramente nuestro proceso reproductivo sería imposible. Es como una especie de “guardiana” de nuestro ciclo menstrual y del embarazo. Se produce en nuestros ovarios y sus niveles aumentan cuando está a punto de suceder la ovulación y en los días posteriores a esta.
Te lo explicaremos de una forma simple: imagina que nuestro cuerpo está montando un escenario perfecto para un posible embarazo: la progesterona es la encargada de preparar ese escenario, preparando al útero y ayudándolo a estar en perfectas condiciones para recibir el óvulo fecundado (si lo hay). En caso de suceder, la progesterona mantendrá un entorno seguro para el feto.
Pero si no hay embarazo, sus niveles bajan, y eso da paso a la menstruación… ¡y así mismo cada mes!
Durante la primera parte del ciclo, los niveles de progesterona son bajitos. Pero una vez ovulamos, esta hormona entra en acción. Su función principal es engrosar el endometrio, esa capa que recubre el útero, para que esté listo por si llega un embarazo. Si el óvulo no es fecundado, como ya te lo contamos, los niveles de progesterona caen nuevamente y el endometrio se desprende dando paso a la menstruación.
Si el óvulo es fecundado y ocurre el embarazo, los niveles de progesterona aumentan considerablemente. Esto ayuda a mantener el útero en condiciones ideales, evita que se contraiga antes de tiempo y permite que el embarazo avance con normalidad. Incluso la placenta se une a esta misión y empieza a producir más progesterona para que todo funcione mejor que nunca.
Por eso, en algunos casos, cuando hay riesgo de pérdida gestacional o problemas hormonales, los doctores pueden recetar suplementos de progesterona para la mamá durante su embarazo… ¡ahora todo tiene sentido!
Ahora sí, ¡pongamos todo en una lista! Las funciones más importantes de la progesterona son:
Regular el ciclo menstrual
Preparar el útero para un posible embarazo
Mantener el embarazo en las primeras semanas
Evitar contracciones prematuras en el útero
Participar en el desarrollo de las glándulas mamarias para la lactancia
Proteger el equilibrio hormonal junto con el estrógeno
Como ves, la progesterona no solo está relacionada con la fertilidad, también tiene un impacto general en nuestra salud femenina.
Los niveles de progesterona cambian según el momento del ciclo o si estás embarazada. Por ejemplo:
Niveles bajos de progesterona pueden indicar que no estás ovulando correctamente, lo que puede provocar ciclos irregulares o problemas para quedar embarazada.
Niveles altos de progesterona durante el embarazo son normales, pero siempre es buena idea hacerse chequeos médicos para descartar condiciones como embarazo molar o quistes ováricos.
Nuestro cuerpo siempre tiene algo que contarnos, y escucharlo es la mejor forma de cuidarnos. Presta mucha atención a los cambios inusuales en tu ciclo, si presentas sensibilidad en los senos, dolor pélvico o fatiga constante, todo esto puede estar hablando sobre los niveles de progesterona en tu cuerpo.
Cuando nuestras hormonas se desajustan, la progesterona puede convertirse en una gran aliada para ayudarnos a recuperar el equilibrio. Por eso, existen suplementos o tratamientos médicos que contienen progesterona y que los especialistas pueden recomendar en situaciones específicas: regular ciclos menstruales irregulares, apoyar procesos de fertilidad cuando los niveles están muy bajos, cuidar embarazos en etapas tempranas o con riesgo, e incluso aliviar algunos de los síntomas más incómodos de la menopausia.
Todo depende de lo que tu cuerpo necesite y de lo que tu especialista considere mejor para ti.
Como cualquier tratamiento hormonal, ¡no es para todas ni se puede autorrecetar! Recordemos que nuestros cuerpos son diferentes y reaccionan distinto sea cual sea el caso, por eso, ten en cuenta:
Seguir la dosis que indique tu médico
Avisar si estás embarazada o crees estarlo
Informar sobre antecedentes de enfermedades hormonales, trombosis o cáncer de mama.
Además, si sientes cambios inesperados durante el tratamiento (como mareos, pérdida de visión o migraña fuerte), es mejor consultar cuanto antes y descartar cualquier reacción contraria.
Lo que funciona para unas, puede no resultar bien para otras. El consumo de progesterona, en algunos casos, también genera efectos secundarios como:
Hinchazón abdominal
Cambios de humor
Náuseas o mareos
Sensibilidad en los senos
Dolor de cabeza
Retención de líquidos
¡Así es! Si no estás ovulando, es probable que tus niveles de progesterona estén bajos, ya que esta hormona aumenta justo después de la ovulación. Sin ovulación, no hay suficiente progesterona, lo que puede afectar tu ciclo y tu fertilidad.
Puede pasar. Algunas mujeres sienten el abdomen más pesado o inflamado, sobre todo en los primeros días del tratamiento. Esto suele ser temporal, pero si la molestia persiste, vendría bien consultarlo.
Aunque no hay alimentos que contengan progesterona como tal, sí existen algunos que pueden ayudar a estimular su producción de manera natural. Las semillas de girasol, los frutos secos como las nueces y las almendras, alimentos ricos en vitamina B6 y en magnesio, ¡son los más conocidos!
¡Y no solo la comida! Recordemos que hay hábitos saludables como el ejercicio, un buen descanso y actividades para el estrés que pueden ayudarnos muchísimo en la regulación de nuestras hormonas. Así que, fíjate muy bien cómo te estás cuidando porque todo esto influye también en nuestra salud hormonal.
https://www.reproduccionasistida.org/progesterona/
https://www.tumedico.es/articulos/progesterona-alta-o-baja-que-significa
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