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26 de Noviembre
Adentrándonos a nuestro cuerpo, especialmente a ese órgano que nos hace dignamente mujeres: el útero, nos encontramos con el endometrio, una capa de tejido (de hecho la más interna) que recubre a dicho órgano. Esta capa se prepara todos los meses a medida que avanza nuestro ciclo menstrual para recibir un embarazo; en caso de que este no suceda, se desprende del útero y ocurre lo que todas muy bien conocemos como la menstruación. Ya vamos entendiendo, ¿verdad?
¡Sigue leyendo y hagamos juntas un viaje por el endometrio!
Investigando nos dimos cuenta que el endometrio es una capa con textura mucosa, y que tiene tantos vasos sanguíneos como puedas imaginar. Además, también está compuesto por glándulas, pero un dato súper interesante es que todos estos componentes se regeneran, ¡sí! Es decir se destruyen con la menstruación y vuelven a crecer.
También encontramos que dentro del endometrio hay dos capas más; la capa basal que, como su nombre indica, es la base de la segunda capa que se llama capa funcional, esta última es la que crece, se descama y se convierte en sangrado menstrual, cuando no hay señales de embarazo.
Nuestro cuerpo es todo un mundo y ya sabemos que mes tras mes experimentamos cambios en muchos aspectos: físicos, emocionales, hormonales, etc. Así que no debería sorprendernos que el endometrio, siendo parte de nuestro sistema reproductor femenino, también se transforme a lo largo de nuestro ciclo menstrual.
¡De amores y odios! Pero una de las fases más importantes en todo el ciclo: cuando llega la menstruación. Aunque para muchas de nosotras se vive diferente, porque puede ser regular o irregular, es la señal más confiable de que no ha ocurrido un embarazo. Pero quizá algo que no sabías es que esa capa interna que ya definimos como endometrio es la que se desprende del útero y se convierte en sangrado menstrual.
Aunque varía de una mujer a otra, generalmente la menstruación dura de 3 a 7 días.
Después de la menstruación, nuestro cuerpo comienza a prepararse otra vez. Aquí comienza la fase folicular en la cual nuestro maravilloso endometrio empieza a regenerarse y a engrosar nuevamente para hacer posible la fecundación. Mientras esto ocurre, nuestros óvulos están madurando dentro de nuestros ovarios.
En esta fase, el endometrio está en su punto más grueso y listo para recibir al óvulo fertilizado. Si el óvulo es fertilizado, es decir, logra encontrarse con el espermatozoide, se implantará en el endometrio, y el embarazo comenzará. Si no, nuestro cuerpo entenderá que no hay embarazo, y el ciclo empezará de nuevo con la menstruación.
¿Por qué se engrosa el endometrio a medida que avanza nuestro ciclo menstrual? La respuesta es fácil: ¡hormonas! Pues cuando nuestro cuerpo empieza a producir más estrógeno días antes y durante la ovulación, nuestro endometrio también recibe las señales precisas para llegar a su punto máximo de engrosamiento.
Este engrosamiento es súper importante para que en nuestro cuerpo pueda suceder un embarazo, así que si antes pensabas que el endometrio pasaba desapercibido, ahora estarás más interesada en él, incluso si estás buscando un bebé.
Vamos a imaginar que el óvulo que acaba de ser fertilizado es como una semilla en busca de tierra fértil, este terreno perfecto vendría siendo el endometrio, el cual se preparó durante el ciclo para que esa semilla pudiera llegar, quedarse allí y empezar a crecer. A todo este proceso se le llama implantación, el lugar adecuado para que el óvulo fecundado se convierta en embrión.
Es muyyy importante que el endometrio esté en óptimas condiciones para poder quedar embarazadas, pues si no está lo suficientemente grueso o tiene algún problema, puede ser complicado para el óvulo.
Pueden existir casos en los que el endometrio no funciona como debería y, con frecuencia, solemos escuchar sobre mujeres que experimentan endometriosis, una condición que involucra directamente al endometrio ya que el tejido que, se supone, debe crecer al interior del útero, lo hace fuera de él, en áreas como los ovarios, las trompas de falopio u otras partes de nuestro sistema reproductor.
A menudo, esta enfermedad suele venir acompañada de dolor abdominal intenso y también puede hacer más difícil conseguir un embarazo, eso sí ¡no imposible!
¡Un mundo por descubrir y preguntas por resolver! Así que, si quieres saberlo todo sobre el endometrio, te dejamos más datos que pueden ser interesantes para ti.
Para que ocurra una implantación, es decir, que el óvulo fertilizado se establezca en el lugar adecuado para que el feto pueda crecer, el endometrio debe alcanzar por lo menos un engrosamiento de alrededor 7 a 10 mm, de lo contrario es muy probable que el embrión no pueda implantarse con éxito.
¡No! El engrosamiento del endometrio está relacionado con las hormonas, como lo mencionamos anteriormente, así que si estas hormonas disminuyen con la llegada de la menopausia, especialmente el estrógeno, lo más probable es que el endometrio también se vuelva más delgado.
A esto se le conoce como hiperplasia endometrial y puede causar sangrados abundantes, dolor abdominal e irregularidades en el ciclo menstrual. Si experimentas síntomas inusuales como éstos, ¡lo mejor es consultar! Recuerda: un diagnóstico temprano es una vida más tranquila y saludable.
¡Una de las preguntas más frecuentes! Pero, chicas, tener endometriosis no significa que no puedas quedar embarazada, es un poco más complicado pero no imposible. Con el tratamiento adecuado y la asesoría de un especialista conocemos casos en los que muchas mujeres logran concebir.
¡Ahora sí! Si llegaste hasta aquí, ya puedes reclamar tu cartón porque, felicitaciones, pasaste esta clase sobre el endometrio.
Cuéntanos en los comentarios qué otro dato curioso conoces sobre esta parte de nuestro cuerpo y qué tal te ha parecido este artículo. ¡Amamos leerte!
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