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24 de Abril
Es necesario conocer el cuerpo, sus partes y su estado de normalidad para mantener la salud y poder identificar anomalías y cambios, esto incluye también la zona íntima. Es muy importante que cada una reconozca la apariencia normal de tu Zona V y para esto es necesario explorar, conocer su aspecto, su color y su olor. Si quieres conocer cómo se ve una vulva sana, continúa leyendo este artículo que lo escribimos especialmente para ti.
Todas las vulvas son diferentes, sin embargo tienen algunas características comunes que expresan cierto grado de normalidad. Por lo general su apariencia varía entre tonalidades rosas y su textura es un poco húmeda por la existencia constante de microorganismos, además esta zona huele diferente al resto del cuerpo.
Para tener un cuerpo saludable, no se debe descuidar ninguna de las zonas de este. La salud de la vagina es una parte muy importante en lo que hace alusión al cuerpo femenino ya que esta afecta innumerables aspectos de la vida de todas las mujeres. El estado de la Zona V tiene varias implicaciones tanto a nivel físico como emocional, pues presentar problemas continuos en esta zona podría afectar la autoestima, la seguridad o incluso la vida en pareja.
La vagina es un conducto muscular cerrado por el cérvix que forma parte del sistema reproductivo femenino. Se extiende desde la parte externa de la zona genital femenina (vulva) hasta el cuello del útero. Es un canal flexible y elástico que tiene múltiples funciones importantes en el cuerpo de la mujer.
La vagina está revestida por membranas mucosas y está rodeada por músculos que pueden expandirse y contraerse. Además, es un medio para la lubricación natural durante la excitación sexual, lo que facilita la penetración y reduce la fricción.
La diferencia principal entre la vulva y la vagina radica en su ubicación y composición:
Vulva: La vulva es la parte externa de los genitales femeninos. Está compuesta por varias estructuras, incluyendo los labios mayores y menores, el clítoris, el monte de Venus y el orificio vaginal.
Vagina: La vagina es un conducto muscular interno que conecta la vulva con el cuello uterino. Es un canal flexible y elástico que se encuentra dentro del cuerpo y está revestido por membranas mucosas. La vagina es el canal a través del cual pasa la sangre menstrual durante la menstruación, el canal para las relaciones sexuales y el canal de parto durante el nacimiento.
La vagina cumple varias funciones importantes en el cuerpo femenino:
Canal para la menstruación: Durante el ciclo menstrual, la sangre menstrual y el tejido uterino desechado abandonan el cuerpo a través de la vagina.
Canal para las relaciones sexuales: La vagina permite la penetración del pene durante las relaciones sexuales, facilitando la transferencia de esperma hacia el útero para la fertilización del óvulo. Además, la lubricación vaginal durante la excitación sexual reduce la fricción y facilita la penetración.
Canal de parto: Durante el parto, el bebé pasa a través de la vagina para nacer. La vagina es un canal flexible y elástico que se dilata durante el parto para permitir el paso del bebé.
Producción de secreciones: La vagina produce secreciones que pueden variar en cantidad y consistencia en diferentes momentos del ciclo menstrual, durante la excitación sexual, la ovulación y el embarazo. Estas secreciones ayudan a mantener la vagina húmeda y limpia, y también pueden contener bacterias beneficiosas que ayudan a prevenir infecciones.
Tener una vulva sana podría sonar como algo complicado, que requiere de mucho tiempo, dinero y esfuerzo. La verdad es que mantener esta zona sana es más fácil de lo que muchos creen. En el día a día se pueden establecer ciertas rutinas y hábitos, como por ejemplo:
Lavarse muy bien las manos antes y después de entrar al baño: es muy importante mantener las manos limpias para prevenir infecciones.
Hacer uso de jabones adecuados: Para la zona íntima los jabones deben tener un pH neutro el cual no afecte la acidez de la piel y provoque infecciones. Te recordamos que en Nosotras tenemos una línea de jabones especializados para esta zona del cuerpo, que puedes conocer en nuestro catálogo de productos.
Utilizar ropa interior de algodón: el algodón es una fibra natural que absorbe la humedad, por lo tanto ayuda a mantener esta zona fresca y libre de bacterias.
Durante los días del periodo, se debe cambiar con frecuencia la toalla o tampón: Este tiempo varía dependiendo de la cantidad y tipo de sangrado, se recomienda cambiar periódicamente cada 3 o 4 horas.
Evitar dormir con tampones, ya que pasarías demasiado tiempo con ellos puestos y puede ser peligroso para tu salud.
Al entrar al baño, limpiarse en la dirección correcta: para prevenir una infección vaginal, se debe limpiar la zona de adelante hacia atrás.
Usar protectores diarios Nosotras, que te ayudan a estar fresca todo el día ¡No olvides cambiarlos 4 veces al día!
Otras prácticas recomendadas por expertos que se deben realizar de manera esporádica y/o en momentos determinados de la vida para mantener la salud de la Zona V, son las siguientes:
Vacunarse contra el Virus de Papiloma Humano para prevenir un cáncer.
Vacunarse contra la Hepatitis B, la cual puede transmitirse de manera sexual.
Usa preservativos para evitar varias enfermedades de transmisión sexual como por ejemplo el VIH,los herpes genitales, entre otras.
Controles periódicos con la ginecóloga.
Consultar a tiempo en caso de ver una anormalidad, en estos casos es mejor prevenir.
Es importante reconocer que no hay una vagina “normal” o “ anormal”, todas las vaginas y vulvas son únicas; nunca en el mundo habrá una que luzca igual a otra. Sin embargo, cada mujer conoce su cuerpo y sabe cuando algo está fuera de lo habitual.
Aunque cada vulva tiene un aspecto único, se pueden enumerar múltiples síntomas de alerta, siempre teniendo en cuenta que cada parte del cuerpo tiene su manera de comunicarse. En el caso de la Zona V algunas señales de que algo no anda bien pueden ser:
Sangrado vaginal fuera del periodo
Sangrado vaginal después de la menopausia
Cambio de color en el flujo vaginal
Sequedad o picazón en la zona vaginal
Olores fuertes
Ardor al orinar
Cambio de aspecto en la textura de la piel